En los últimos años, el mercado cerámico ofrece cada vez más grandes losas de gres porcelánico en lugar de la baldosa común. Esta tendencia comenzó hace unos años con la tendencia a ofrecer baldosas cada vez más grandes, manteniendo el clásico grosor de 1 cm, hasta llegar hoy a las grandes losas de dos metros o más, que sin embargo tienen grosores increíblemente bajos de 2/3/6 mm.
Una vez hecha la elección por el arquitecto, se plantea el problema de la manipulación e instalación de estas losas. Las losas se embalan en cajas de madera que contienen varias piezas.
Si se trata de una cantidad pequeña, la manipulación puede hacerse manualmente introduciendo las protecciones y utilizando un par de ventosas para levantar. Dos personas manipulan las losas. Utilizando un kit de elevación es posible utilizar un carro para mover las losas una vez que se han sacado del embalaje.
Cuando comienza la fase de instalación, a menudo es necesario perforar orificios. Los orificios circulares deben practicarse a no más de 5 cm del borde y la incisión debe realizarse en un ángulo de 75 grados. A continuación, se utiliza una broca acampanada para que los bordes sean más homogéneos.
Incluso los recortes para las tomas de corriente no deben trazarse más allá de 5 cm del borde exterior. Hay que hacer cuatro pequeños orificios en cada esquina y luego cortar a lo largo de la pista con una amoladora de disco de diamante. Los bordes deben acabarse con disco de lijado de diamante con velcro.
Para procesar los bordes es necesario utilizar un dispositivo equipado con un cortador de diamante.
Para hacer un corte recto manual, hay que hacer la incisión sin pausa y a una velocidad y presión de corte constantes y desprender la parte rayada por ambos extremos con un alicate de corte.
Para hacer un corte rectangular en su lugar, es necesario trazar los bordes utilizando un taladro o amoladora con una punta de diamante de 6-8 mm o un cortador y luego cortar a lo largo de la pista con una amoladora de disco de diamante y utilizar un equipo equipado con un disco de diamante para trabajar los bordes.
Llegamos ahora a la parte de la instalación propiamente dicha.
En primer lugar, debe comprobarse la planitud de la superficie de colocación con un nivel de burbuja. Preparar un adhesivo adecuado y extenderlo sobre el soporte utilizando una llana con dientes de 6-9 mm y extender también la cola sobre la losa utilizando la técnica del doble extendido, que evita que el producto forme burbujas de aire o espacios vacíos entre la losa y el soporte.
La junta prevista es normalmente de 2 mm y se marca mediante separadores especiales con sistema de autonivelación.
Una vez realizada esta operación, hay que rejuntar las juntas, normalmente con una lechada tono sobre tono respecto al color de las losas elegidas. El exceso de lechada debe eliminarse con una esponja empapada en agua y la primera limpieza debe realizarse con agua en sentido diagonal.
La segunda limpieza, en caso necesario, puede realizarse con una solución ácida diluida en agua para eliminar los restos de lechada. Una vez más, el lavado final será con agua.
El efecto final será minimalista, limpio y elegante.
Esperamos que este artículo sea útil para usted, síganos para otros consejos.